-
Documento sin título -
Documento sin título
Lo más
-
Dos fiscales son asignados al caso del supuesto ex agente de la DEA
-
Descartan actos hostiles en frontera de Chile y Perú ante fallo de La Haya
-
El MSM presenta ante Tribunal Constitucional recurso para anular resolución del Órgano Electoral
-
Expertos EE.UU. analizan erupción de volcán Chaparrastique en El Salvador
-
Morales aplaude clasificación de Bolivia a semifinales de Sudamericano de fútbol femenino
Suplementos
© LA RAZON - 2014
Colinas de Santa Rita, Alto Auquisamaña (Zona Sur) - La Paz, Bolivia
La agenda del grupo de los 77
El G77 jugó un papel muy importante en el proceso de descolonización, impulsado desde la Organización de las Naciones Unidas. Es así que a medida que se profundizaba dicho proceso y se liberaban e independizaban más países en diversos continentes, éstos se plegaban al conglomerado de naciones.
La Razón (Edición Impresa) / Karen Longaric Rodríguez
00:01 / 19 de enero de 2014
El G77+China constituye un mecanismo de concertación de políticas económicas, sociales y de cooperación internacional que aglutina a países en desarrollo de América Latina y el Caribe, Asia y África. Surgió bajo el paraguas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con el propósito de concertar criterios respecto a las negociaciones que se darían en el seno de la Primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
El 15 de junio de 1964, los 77 países fundadores suscribieron la primera declaración conjunta en Ginebra, a partir de la cual, y en lo sucesivo, realizarían como grupo importantes negociaciones en las áreas que se habían fijado, de modo que los países en desarrollo puedan acceder a reglas más claras y justas en sus relaciones, económicas, comerciales y de cooperación en la esfera internacional.
Posteriormente, su labor de coordinación y concertación en los escenarios de negociación de las Naciones Unidas se extendería a otros sectores como las finanzas, la inversión extranjera directa, la deuda externa, los mercados de capitales. En la actualidad, su accionar se ha ampliado en muchas áreas más, como, por ejemplo, la alimentación, agricultura, salud, educación, ciencia, tecnología, desarrollo sostenible, medio ambiente y otros.
El G77 jugó un papel muy importante en el proceso de descolonización, impulsado desde la Organización de las Naciones Unidas. Es así que a medida que se profundizaba dicho proceso y se liberaban e independizaban más países en diversos continentes, éstos se plegaban al G77, llegando en la actualidad a 133 miembros. Constituye la agrupación más grande de Estados que, en forma articulada y con propósitos definidos, actúa en el escenario de las Naciones Unidas coordinando y concertando políticas de desarrollo con importantes organismos especializados del sistema mundial, como la UNCTAD, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), a través de capítulos que para esos efectos ha creado, y de otros mecanismos de convocatoria como reuniones de ministros, reuniones sectoriales, conferencias y foros de alto nivel, grupos de talleres, paneles, comités y grupos de expertos, comités de acción y otros espacios en los que se debaten programas de acción y acuerdos conjuntos sobre los temas de su agenda.
En los 50 años que tiene de actividad, el G77 ha realizado denodados esfuerzos buscando términos más equilibrados para el diálogo entre los países en desarrollo y los países desarrollados; sin embargo, es evidente que ha faltado voluntad política de parte de los países de- sarrollados para que en las negociaciones comerciales multilaterales se priorice el desarrollo y la cooperación internacional.
Entre otros logros del G77 se debe resaltar su valiosa contribución con la negociación del Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) y del Programa Integrado para los Productos Básicos, instrumentos de relevante importancia para los países en desarrollo en el ejercicio de sus relaciones comerciales internacionales. También se cita la aprobación de la Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados, que incorpora un conjunto de principios y normas que promueven el respeto a la soberanía de los estados y a sus recursos naturales y la Declaración de Manila.
No hay duda de que el momento estelar del G77 fue en la década de los 70, cuando su peso cualitativo y cuantitativo se dejó sentir en el concierto de naciones. Su rol fue determinante para la instauración de un Nuevo Orden Económico Internacional en los términos concebidos por los países en desarrollo y no bajo las reglas y exigencias de las políticas del Bretton Woods.
Sin embargo, posteriormente, con la crisis económica y financiera de-satada en la década de los 80, su capacidad de coordinación y concertación se vio debilitada y resultó prácticamente imposible unificar posiciones respecto a las políticas que la coyuntura exigía, especialmente en el proceso de negociación de la deuda externa. Cada miembro del G77 optó por negociar con los organismos financieros de la forma que mejor convenía a sus intereses o más bien cediendo a las presiones que la situación les imponía.
En la actualidad, la agenda del G77 es tan amplia que materialmente resultaría imposible concretar o cumplir todas las metas que se ha propuesto y que figuran en sendos e importantes documentos que reflejan las legítimas aspiraciones de nuestros pueblos, como son las Declaraciones de La Habana y la Declaración de Doha.
En lo económico, el G 77 tiene delineado un plan de acción para favorecer a los países menos adelantados (PMA); un plan para lograr estrategias comunes que garanticen el espacio de todos los países en desarrollo en todas las esferas, particularmente en el comercio internacional, las inversiones, la política financiera e industrial, el desarrollo de infraestructuras físicas relacionadas con el comercio, las nuevas tecnologías y el conocimiento, la cooperación internacional, entre otras; todo orientado a ejercer sus legítimos derechos de desarrollo.
En lo social, también las políticas están claramente fijadas y los temas ya han sido priorizados: la erradicación del hambre, de la extrema pobreza, la eliminación de las enfermedades endémicas y transmisibles, niveles adecuados de educación, vivienda y servicios básicos, igualdad de género y otros. A esos temas no hace falta agregar más, allí están plasmadas las verdaderas urgencias y necesidades de los países del G77.
comentarios
Escribe tu comentario
Etiquetas
Cara